viernes, 19 de mayo de 2023

SU TRISTEZA SE CONVERTIRÁ EN ALEGRÍA.

“Les aseguro que ustedes llorarán y se entristecerán, mientras el mundo se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero su tristeza se transformará en Alegría”. Juan 16, 20 



Cuánta tristeza cargamos a veces en nuestros corazones. Cuánto dolor y cuanta angustia. Sinsabores de la vida, partidas inesperadas; la muerte de alguien a quien amamos; la mala noticia sobre nuestra salud; la pérdida de un grado escolar, o de una premiación laboral por buen esfuerzo. El ascenso laboral perdido, por una falta de atención; los problemas que no faltan en uno de nuestros hijos, hermanos, padres… Tantas cosas diversas que, entre otras cosas, dan color a nuestras vidas. Cargamos con desgaste profundo y continuo, que deja huella, muchas veces en nuestras vidas. 

La vida nos pone a prueba, y lloramos. Nos lamentamos porque lo que vivimos no era lo que esperábamos. 

Aquél vació que deja una persona que ha partido, dejando un gran vacío en nuestros corazones, es tal vez, el luto mayor que nos duele consecutivamente. La lejanía de alguien a quien amamos, o la misma incapacidad de amar a quienes menos deberíamos, producen dolor en nuestro interior, pues queda en evidencia la incapacidad humana de amar. Amar por encima de todo. A veces nos cuesta más de lo que creeríamos. Y no podemos retener las alegrías, porque la vida sigue su curso y a veces los caminos se distancian, para ir construyendo el camino adecuado para cada quien. 

Nos entristecemos. Y esa tristeza nos agobia y nos siembra la duda. Cargamos con dolores que nos hacen pensar negativamente. Y ponemos en duda, lo más seguro que pudiéramos tener, porque el ser humano, por naturaleza, duda. 

Pero solo una promesa; una proposición, una invitación con la condición de aceptar. De esperar la mejor parte de la historia… La verdadera final. 

Su tristeza, hasta que se convierta en Alegría… 

Qué promesa más maravillosa, más llena de luz, de esperanza, de ilusión. Qué respuesta maravillosa ante la duda, que nos invita a darle un sentido a los momentos más tristes y dolorosos, Tan solo espera, confía… Aguanta, como el paciente que espera con paciencia, y que su dolor no le mate la esperanza, pues de este dolor, se desprenderá después una gran alegría… La alegría verdadera. 

No dudes, fue una promesa y es real; si aceptas el camino, pese a que a veces se torna difícil, complicado de llevar, difícil de cargar y nos duele, tan solo confía, que nuestra tristeza se convertirá en Alegría. Si ponemos el corazón y la esperanza en el lugar correcto, esto no fallará. 

Ustedes estarán tristes, pero su tristeza se convertirá en Alegría. 

Creo en eso, confío en eso. 

Todo cambiará, todo se convertirá en alegría. Confío en esa verdad. 

La promesa esta hecha… Nuestra tristeza… Hasta que se convierta en Alegría. De eso no debemos dudar. 

Algo pasará. Finalmente los momentos difíciles, los temores, los dolores y las tristezas, se convertirán en una profunda alegría, en el gozo de nuestro corazón.


11 comentarios:

  1. Dios te bendiga querido Mario... eres una inspiración. Abrazos

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  2. Mi bien recordado y apreciado Mario, que sea esta la oportunidad con tu escrito y maravilloso mensaje, para saludarte y enviarte un abrazo especial. Dios te bendiga siempre

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  3. Esa promesa es bella.... nuestro señor convierte la tristeza en alegría, hoy te doy testimonio de eso 🙏 muchas bendiciones para ti Mario 🙏

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  4. Confía y no pierdas la fe! Después de la tormenta llega la calma, y con ella la alegría para alma. Siempre en mi corazón y oraciones. 🙏🏻

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  5. Estimado Mario eres un ejemplo de Fortaleza y Fe. Gracias por tus palabras que alientan a seguir adelante en el camino. Bendiciones para ti.

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  6. Mario hermoso mensaje,tu eres un bendecido de Dios,mucha fortaleza,ánimo vamos para adelante,un abrazó 🙏🥰

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  7. Gracias por compartir sus pensamientos y mensajes Mario, muchas bendiciones.

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  8. Un abrazo, le recuerdo con cariño y admiración por su valentía. Dios le colme de bendiciones.

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  9. Hacía tiempo no sabía de ti y hoy tus palabras llegan como un bálsamo. Dios y la Virgencita te sigan bendiciendo.

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