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Cuáles son realmente los tesoros que debemos conquistar en esta vida? Cuáles son los tesoros escondidos que debemos obtener? Claramente no son aquellos materiales. Son los del alma, los del corazón!
Cuáles son realmente los tesoros que debemos conquistar en esta vida? Cuáles son los tesoros escondidos que debemos obtener? Claramente no son aquellos materiales. Son los del alma, los del corazón!
Estaba
yo acostado en mi cama de la Fundación Santafé, en la habitación número 424,
hace aproximadamente 2 años, cuando llevado por mi desesperación, tomé una
decisión apresurada: quería organizar todas mis cosas ante la posibilidad de
partir de este mundo.
Con
la ayuda de unos cuantos amigos, comencé a firmar documentos, autorizaciones, y
hasta cartas en blanco, para hacerle más fácil el proceso a mis familiares. Y
como si fuera el dueño de la vida (creo que más bien de unas limitadas cosas
materiales) comencé a definir cómo quería que fueran administradas mis
posesiones una vez yo no estuviera.
Fue
un momento absurdo en el que sometí a mis seres queridos a pensar de la forma como yo quería, de una
forma negativa. En ese instante actuaba yo como un ser omnipotente, o
prepotente más bien, al pensar que la vida la manejaba yo, y de la misma
manera, los rumbos que ésta debía tomar.
Es
ridículo pensar en la actualidad, cómo, en caso de que no llegara a pasar lo
que estaba previendo, me estaba desgastando con algo que no valía la pena; y en
el caso de que si llegara a ser cierto que moriría, me estaba preocupando por
algo que ya nunca más sería de mi competencia, por el contrario, sería el
problema de otro. Así que todo fue tiempo perdido…
Pero
no! Yo estaba tan enceguecido, que ni siquiera respeté el momento doloroso por
el que pasábamos con mi familia. No supe dar prioridad a las cosas, ni
reconocer que había decisiones más importantes que tomar, situaciones más de
fondo por las cuales luchar!. Le estaba dando el valor equivocado a las cosas.
Seguramente tenía mi escala de valores distorsionada.
Se
me ocurrió entonces, dentro de mi necedad, pensar que era más importante gastar
mi energía en definir esas cosas mundanas de la vida y seguir atado a mis
apegos materiales, sin tener en cuenta la voluntad de Quien todo lo decide. El
mismo Quien después me dejaría con un nuevo “imprevisto”, pues no sería mi
momento de morir!
Que
triste es ver cómo aparentemente la vida se había basado en el valor de conseguir
las cosas materiales, pero y de las “Otras”? De aquellas que realmente valen en
la vida? De eso posiblemente no había mucho.
No
tenía hijos; no había creado algo mío propiamente dicho; no estaba dejando un
legado, algo con lo que, por lo menos, la gente se acordara con amor de mi. Y
es más, en cuanto a lo poco que estaba dejando, sería demasiado decepcionante
pensar que alguien me amara por eso!
Estaba
aturdido por mi futuro inmediato, pero ya mi presente estaba desperdiciado. Era
equivocado.
Seguro
estaba yo en el último lugar de mis prioridades. No me estaba interesando
realmente ni siquiera por mi corazón ni por mi fe. Dónde había dejado yo mi
espíritu y mi alma? Acaso no eran importantes en ese momento de mi vida?
Me
había traicionado…
Cuando
ya nada más queda, cuando todo se desvanece y queda solamente lo “Real”, dónde
estaba yo poniendo mi atención y mis intenciones? … Era realmente esa la única
herencia que iba a dejar en la vida? Parecía que si, no tenía nada más que
dejarle a este mundo, sino solo unas pocas cosas materiales, pero que no
constituían el verdadero valor.
Es
inevitable para mí tratar de entender cómo es que funciona esto: Dios no ha
querido que yo me vaya, pero hay otras situaciones en las que personas más
sanas que yo, terminan “partiendo”, sin esperárselo, dejando todo, sin la
posibilidad de prepararse y sin ningún anuncio. Curioso verdad? Pero así es la vida….
Así que lo que Dios me ha dado es una gran oportunidad…! El poder vivir al
instante, al día a día!
Fue
en ese momento cuando comencé a
preguntarme si era éste realmente el legado que yo les quería dejar a
las personas con las que he vivido?
Esa
era la manera como yo quería que se acordaran de mí?
Era
ese mi mejor aporte para quienes yo tanto amaba?
Ya
no estoy seguro de que ESO sea lo
que quiero dejarles… Ni ahora ni mañana.
Qué
perdido he estado, pensar que yo lo manejaba todo! Qué lección me ha dado Dios,
pues yo me dejé llevar por el afán de
administrar aquellas cosas que El me había dado, pero estaba perdiendo la
capacidad de abrir mi corazón! Por estar pendiente de lo material, mi corazón
se estaba marchitando cada día más! Y la vida no era así…
Quería
seguir manejando mis tenencias, las cuales, cuando uno está en la cama de un
hospital, no sirven para nada. Es en estos momentos duros que se valora y se
entiende un poco más la “Vida”.
La
reflexión que hice, fue por qué luchar tanto por atesorar, si en ese momento,
en el que uno esté de partida, ninguna de estas cosas nos sirven, ni nos han
llenado?
Llegaremos
a algún lugar donde lo físico no tiene relevancia, donde no hay cuentas de
ahorro diferentes a lo que uno haya construido en los corazones.
A
veces nos sentimos más que otros por lo que tenemos y éstas cosas cuando
morimos, no existirán nunca más. Así que entendí que no es la vara adecuada
para medirnos, ni que debemos medirnos de alguna manera, porque no somos quien
para hacerlo.
Es
más, estas cosas materiales, algunas veces, duran más que nosotros. Una casa,
un terreno, un vehículo o una cuenta bancaria duran más de cien años, duran una
eternidad y nosotros no viviremos tanto como ellas. Cuando morimos, ellas
siguen ahí; lo único que sucede, es que cambian de dueño.
Por
lo tanto creo que un paso fundamental para el tiempo que me quede por vivir,
será ir derrotando el ego que existe en mi interior y que no me conduce a nada,
solamente a engañarme y creerme más que mis semejantes.
En
conclusión, las cosas que tenemos son prestadas para que las administremos por
un tiempo, pero una vez morimos, otra persona las administrará. Realmente es de
la forma en que vivimos como nos volveremos grandes personas, no en el carro en
que vayamos montados.
En
la actualidad sigo pensado en cómo quiero que se acuerden mi y me pregunto:
Será mejor que me recuerden como un ser egoísta o como alguien generoso? Como
un ser paciente o como un loco que reaccionó con rabia ante los inevitables
problemas de la vida? Como una persona amable y cariñosa o como un ser
envidioso que solo buscó el beneficio personal?
En
caso de que algún día tuviera la fortuna de tener hijos, que es lo que más
añoro en esta vida, quisiera dejarles un legado. Quisiera mostrarles cómo vivir
dignamente.
Me
pregunto si quisiera que se acordaran de mi porque fui un ejemplo de cómo era
ayudar a las personas, o que se acuerden porque siempre quería aprovecharme de
ellas?
Quisiera
que se dieran cuenta que fui un buen compañero de trabajo en quien se podía
confiar? O que fui un trabajador problemático y desleal?
Quisiera
que se acordaran como les enseñé a amar el bien, a amar a su Dios y a sus
semejantes? O tal vez que se dieran cuenta que era una persona con conflictos
emocionales y dudas espirituales, que ante cualquier conflicto me derrumbaba o
cambiaba de camino?
Preferiría
que se acordaran de cómo me supe comportar en cada momento, basando mi vida en
el amor, respetando a mi pareja y a las personas, o preferiría que alguna vez me vieran enfurecer
en la casa, llegando al maltrato y a las malas palabras?
Creo
que la respuesta es obvia….
Prefiero
que algún día, si llego a tener la posibilidad de criar a mis hijos, me vean
con los valores de la fe y de la esperanza, en vez de ver a una persona poco
humilde, que solo se ufana de sí mismo!
Preferiría
que me recordaran como alguien aplomado en los momentos duros de la vida y
fuertemente apegado a mi Dios cuando el viento sopló más fuerte, e igualmente
entregado a Él en los momentos de dar gracias y de disfrutar los logros de la
vida.
Lucharé
por esta razón, en contra de ser una persona orgullosa y arrogante, que
claramente no me lleva a ningún buen destino!
Seguramente
ésta será una mejor huella, que aquella huella efímera que se logra dejar con
el dinero y la arrogancia, que no dejan nada, ni alimentan nada, más allá de
volvernos un poco más frágiles y dependientes!
No
quiero tener más afán ni ser un hombre que no tuvo tiempo para la familia ni
los seres queridos; no quiero ser más aquel que corrió todo el tiempo detrás
del trabajo. Quiero darle tiempo siempre al amor y a una sonrisa.
Prefiero
ser una persona paciente, que sepa esperar los momentos que da la vida, para
disfrutarlos. Eso es lo que me está enseñando la vida, pero todavía no logro
aprenderlo bien!
No
quiero nunca más estar de pelea con la vida y que ésta pelea me siga dejando
cicatrices en el alma. Y no quiero darme cuenta que borrarlas sea cada vez más
difícil…. Ya no quiero que el paso del tiempo me marchite más!
Así
que, finalmente he llegado a pensar, qué pasaría si en vez de dedicarnos a
llenar nuestras arcas, nos dedicamos a llevar una voz de esperanza y un poco de
amor a los corazones…?
Vale
más un corazón lleno de amor y alegría que una cuenta de ahorros llena con el
sacrificio de una familia desperdiciada.
Vale
más un corazón noble y generoso que la ambición por la cual perdemos y
sacrificamos ese corazón y nuestra misma esencia.
Vale
más la unión del espíritu y la paz de nuestras almas, a la seducción del mundo
en que nos movemos.
Hoy
quiero seguir pensando en cómo quiero que se acuerden de mi, una y otra vez,
y me seguiré haciendo esa pregunta, para
que todos los días que pasen, sean una oportunidad para continuar de la mejor
manera por este camino que es la vida.
Porque
no son las cosas que llevamos puestas las que nos engrandecen. Lo que nos hace
diferentes, es lo que llevamos dentro…
MARIO QUE REFLEXIÓN, DEFINITIVAMENTE DIOS TIENE UN PLAN GRANDE PARA TU VIDA Y NO SABES LA TRANQUILIDAD QUE SENTÍ AL LEER ESTO, RECIBE UN ABRAZO Y QUE PASES BUENA NOCHE. FRANCIA
ResponderBorrarGracias Francia, no he vuelto a saber de ti! espero que hayas podido tomar la decisión correcta!
BorrarEl legado ya está...... Lo mejor es que su mismo protagonista es quien lo difunde cada día y nos permite reflexionar con los ojos del alma y el corazón.
ResponderBorrarGracias por demostrarnos que la grandeza de
nuestras vidas sólo depende de cosas sencillas
Gracias Ivan, así es... nuestras vidas solo dependen de cosas sencillas y en la sencillez está la felicidad! Pero a veces nos desgastamos buscando lo que no es. Gracias como siempre por esas palabras!
BorrarQue enriquecedor ver Tu perspectiva. Realmente muchas veces pasamos por la Vida sin cuestionarnos que es lo que realmente importa. Menos mal hay personas Como Tu que ven con mayor profundidad y nos lo recuerdan. Muchas gracias Mario. Vlad Ro
ResponderBorrarGracias Vlad, qué reconfortante verte por acá conectado. Estoy seguro y apostaría que tu eres de los que menos a perdido la perspectiva de la vida!!
BorrarUn gran abrazo!
Mario, quede encantada! Llegaste por ti mismo a lo que muchos han estudiado: que descubrir, escribir, y llevar a cabo nuestra mision de vida nos ayuda a vivir mejor y ser mejores personas :) Te dejo este link de un libro que me gusto mucho. http://books.google.it/books/about/What_Matters_Most.html?id=NJNWetlo-okC&redir_esc=y
ResponderBorrarGracias Annie por el link. Todavía hay momentos que no comprendo ni lo que escribo, pero sigo en la lucha por buscar esa misión, por descubrir que es lo que realmente me hace feliz y sentir vivo, de darme cuenta cual es realmente mi habilidad, para ofrecerla a este mundo y de la paso desarrollar mi vida! Gracias porque siempre eres una voz de esperanza!!
BorrarMario, al leer esto me acorde de una cancion que me encanta y dice algo asi: como si fuera mi ultimo dia, voy a vivir cada dia, viviendo sin miedos, diciendo a los mios cuanto los quiero.
ResponderBorrarDefinitivamente dejar todos esos apegos materiales es una lucha del dia a dia,ojala algun dia logre llegar ahi. Gracias por recordarme que es lo realmente Importante de cultivar y de dejar como un legado.
Me alegro mucho verte.
Un abrazo.
Vivian Vargas
Gracias Vivian, esa canción es muy linda, es inspiradora... Que lindo es poder vivir la vida como si fuera "mi último día".
BorrarGracias por aportar a este sentimiento, tan linda canción!!
A mi también me gustó muchísimo verte. Eres muy especial!!
Gracias!
Gracias por esas reflexiones, y abrirnos los ojos para ver las cosas que de verdad nos deben importar.
ResponderBorrarGracias Gerardo! Te mando un gran abrazo!
BorrarMuy lindo! llevaba tiempo sin leer lo tuyo. Definitivamente es reanimante y positivo. Mil gracias por compartirlo. Un gran saludo de mi parte!
ResponderBorrarTe mando un gran abrazo! gracias por compartirme también tus pensamientos
BorrarHola Mario, que gran reflexión. Muchas gracias por compartirla.
ResponderBorrarTe envio un gran abrazo
Daniel Gonzalez
Gracias ni te imaginas el bien que haces ,cada letra ,renglon ,frase, como llenas mi alma y la de personas necesitadas de entendimiento de amor de tranquilidad mil bendiciones y necesito permiso para enviar estas cartas ...
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