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Hoy recibí una llamada muy especial.
Hoy recibí una llamada muy especial.
No he
tenido la oportunidad de conocer a la persona que la hizo, pero sé quien es. Se
llama Lizbeth.
Esta
hermosa mujer es la esposa de un señor que participó en un retiro espiritual
que hicimos este fin de semana en las afueras de Bogotá, en un hermoso sitio
llamado El Rosal, una pintoresca población ubicada al occidente de la ciudad, que
se encuentra rodeada de mucha vegetación y aire puro. Es un lugar espectacular
donde se respira mucha paz, haciéndole honor a su nombre: Casa de Paz.
Allí
estuvimos un grupo de servidores como yo, los cuales éramos cuarenta aproximadamente y ayudamos para que todo saliera como Dios
quisiera. Estábamos al servicio de sesenta hombres o “caminantes”, en un retiro
que se llama Emaús. Todos estábamos, de alguna u otra manera, tratando de encontrar
nuestra espiritualidad, respuestas y una mejor forma de vida.
Este
retiro fue ofrecido por la Sagrada Familia, por coincidir con el día de la
conmemoración de los Santos de los Padres de la Santísima Virgen María.
Yo
tuve comunicación con Lizbeth días antes del retiro, pues necesitaba hablar con
algún familiar del “caminante”, por cuestiones de logística. Ella tenía mi
teléfono y decidió contactarme nuevamente hoy, llamada que resultó ser muy placentera
para mi.
Lizbeth
me preguntó si éste miércoles tendríamos una reunión final, a lo cual yo
respondí que si. Me preguntó cuántos éramos en total los servidores que
habíamos colaborado para llevar a cabo este retiro, pues nos quería llevar un
regalo.
Le
insistí que no era necesario, que entendía su agradecimiento pero que
definitivamente no era preciso que nos diera un regalo; le expliqué que el
mayor agradecimiento que nosotros podíamos recibir, era ver que dicho retiro
surtiera efecto en su esposo y su familia, recordando la importante
consagración que habríamos hecho con anterioridad.
Fue
entonces cuando ella, con una gran emoción, me relató felizmente el
agradecimiento que sentía en su corazón: “Mira Mario, llevo muchos años
esperando un regalo de mi esposo. Después de tanta espera, finalmente ese
regalo se dio este fin de semana… Después de veinticinco años mi esposo me
volvió a decir TE AMO…”
“Wow!!”
Le dije. Y yo pensé en mi interior: “Que alcance van teniendo las cosas que
pasan, cuando se les pone corazón!”
Entonces
le respondí, con mi voz un poco entrecortada, ante la emoción que ella logró
transmitirme: “Mira Lizbeth, ese es el mejor regalo que nosotros como
servidores podemos tener, lo que me has contado es una bendición para todos!”
Ella,
sin embargo, no quiso aceptar y me confirmó que asistiría a nuestra reunión
para agradecerlo directamente. “Está bien!”, pensé, “está en toda libertad de
expresar sus sentimientos de la forma que crea conveniente. Está muy emocionada
por lo que está pasando en su vida y por eso, tenemos que darle gracias a
Dios!!”
Amigos,
que linda que es la VIDA!!!
Mario Espero que la Experiencia de Servir en Emaus te haya parecido mucho mejor que la de Caminar. Que alegria que Lisbeth haya tenido ese regalo y vea el cambio que en un solo fin de semana Dios puede hacer en nosotros. Ahora empieza el camino más importante el de mantenerse en la Fé, la Oración, la perseverancia y el de continuar caminado a su lado, aunque a veces el camino no sea fácil.
ResponderBorrarUn abrazo
Vivian
Vivian es impresionante ver todo lo que pasa cuando uno deja a Dios actuar nuestras vida, a mi me ha dado mucho, todos los dias, y además no para de suceder. Gracias por comprenderlo y gracias siempre por ser tan especial!!
BorrarHola Mario
ResponderBorrarUna de las cosas por las cuales mas me impactó la vez que te comente en Facebook o en tu mismo blog (no recuerdo bien) lo que había leído en tu publicación pasada, (que de paso no sabía nada de tu testimonio de vida hasta ese momento), es que cuando llegué a leer la parte en la cual tu NO sabías el porque y la razón de muchas cosas entre las cuales una de ellas era haber ido para un retiro llamado "Emaus" se me aguaron los ojos porque sin saberlo y hasta ese momento no solamente somos compañeros desde que eramos unos infantes en las aulas de ese amado y recordado colegio "Leonardo Da Vinci", si no que somos también "compañeros y hermanos" de EMAUS Mario. Algún día iré a Bogotá para acompañarte a servir en ese mágico y transformador retiro. Cada día me convenzo mas de que una de las cosas que para mi tiene EMAUS que es esa mágia renovadora que da respuestas a muchas de las preguntas que durante nuestra vida y existencia tenemos.
Soy servidor de Emaus desde hace 3 años y 2 veces al año voy a servir para que cada dia mas personas encuentren en él lo que yo un día encontré...!
Hice mi primer retiro aquí en Miami en mayo del 2010 y desde ese entonces soy servidor, cautivado como te digo por esa mágia increíble que transforma las vidas de muchas personas.
Ojalá tenga la oportunidad de algún día ayudarte a servir en uno de ellos...
Un gran abrazo
Jose Bula.
Viejo Jose, que alegría saber que eres también de Emaus, es una cadena impresionante, que fuerza la que siento por medio de ella. Si algún día vuelvo por Miami quisiera verte. Un gran abrazo!!
BorrarMi chino gracias por eate mensaje y por compartir su experiencias y sentimientos....gracias por hacerme acordar de las cosas realmente importantea de la vida!!!!
ResponderBorrarUn abrazote
Carlita que maravilla verlo por acá!!! Gracias por el comentario. Un abrazote!!
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