lunes, 19 de agosto de 2013

MOMENTOS DE SILENCIO


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Esto es como un cuento de hadas, soy consciente, pero es real.



Estaban transcurriendo los últimos días de diciembre del año pasado, año 2012, y yo llevaba aproximadamente dos meses entre entradas y salidas de la clínica. Sentía muchos dolores y luchaba por encontrar una salida a la situación complicada por la que atravesaba. Estaba en una lucha permanente por encontrar soluciones, por encontrar una luz, sobre qué hacer, sobre cómo soportar con coraje y fuerza la situación a la que me estaba enfrentando, ya que no me quedaban muchas alternativas. Pues todo lo que dependía aparentemente de mi, y de mis médicos, se estaba agotando, más rápido de lo que se venían agotando mi cuerpo y mi espíritu…

Después de tener una intervención muy complicada pero también muy exitosa en el estómago y otros órganos del abdomen, ahora se me había complicado el hígado. Ya me habían quitado una parte grande de mi estómago que se encontraba perforado, poniéndome en inminente riesgo de muerte, y junto con él, tuvieron que extraer el vaso y otro tantos tejidos que estaban comprometidos en mi interior.



Todo parecía salir muy bien después de esta crisis, soportado con la frase premonitoria de mi cirujano el Dr. Arias, quien al salir de la cirugía de casi diez horas, le dijo a mis familiares: “a Mario lo quiere mucho la Virgen! Ella no quiere que se vaya, la operación fue mejor de lo esperado”, cuando los pronósticos eran de un diez por ciento de éxito….

Pasados veinte días, vino una recaída con unos dolores muy fuertes. El hígado, como les contaba, entró en crisis y comenzó a sangrar. A este órgano, que es donde se encuentra la metástasis en este momento, no lo habían podido tocar en la operación, pues no era la idea inicial. Lo que se quería era sólo entrar a remediar un problema de urgencia para sostener la vida, era solucionar lo que se encontraba en la parte alta del estómago. El hígado, con aproximadamente diez lesiones, según ultimo reporte, no se le podía hacer nada. Era una medida, como les digo, solo para mantenerme vivo, pero no para curarme de mi enfermedad, no me libraría de ella totalmente con esta operación.





Un hígado sangrando, sin tener el cuerpo por donde eliminar esa sangre, es lo más doloroso que he sentido en mi vida, incluso después de lo que experimenté hace unos doce años, cuando me realizaron una punción al pulmón por la espalda, para sacarme un líquido que se encontraba allí alojado. El penetrar los músculos de la espalda, hasta ese momento, era lo más fuerte, en cuanto a dolor, que había experimentado en mi cuerpo.



Vino entonces una gran preocupación: el Hepatólogo, a quien admiro mucho, el Dr. Vera, me visitó estando yo en cuidados intensivos, y me dijo que no tenía mucho que hacer por mi, pues consideraba que no podía operarme, ya que el hígado estaba muy comprometido en todos sus segmentos (tenía muchas metástasis), era una operación imposible de hacer, pues más o menos entendí, no se podría rescatar mucho de ese órgano; tampoco podía hacerme un trasplante porque mi condición física, después de tantos años de quimioterapia y anemia, debida a los sangrados, no aguantaría los antibióticos necesarios para permitir que un nuevo hígado se acoplara a mi cuerpo.



Fueron entonces momentos de mucha angustia y soledad en la incertidumbre, más allá de la misma soledad que nos acompaña en una cama de cuidados intensivos. Y aún así todavía no sabíamos, ni yo ni mis médicos, que hacer…

Pasaron dos días cuando volvió el Dr. Vera, con esa generosidad que tienen los buenos médicos que sufren por sus pacientes y por la vida. Estaba conmovido por mi situación y por mi edad y me dijo que tenia algo para ofrecerme…

Me propuso como única salida la posibilidad de hacer una intervención radiológica al hígado, es decir, entrar por medio de una de mis venas hasta llegar al hígado, y allí poner algo así como unas minúsculas sombrillas en el lugar donde se presentaban los sangrados, para así contenerlos. Yo me puse feliz al ver una alternativa en mi vida, para poder contener el dolor que me estaba matando, y controlar el sangrado que acabaría con mi vida! Pero fui prevenido por una situación que eso conllevaría, y era la de que éste procedimiento traería irremediablemente como efecto inmediato el “perder” más de mi hígado, es decir, en la medida que se suspendiera la irrigación de sangre, de allí en adelante esa parte del hígado moriría inevitablemente, sumándose así a las ya comprometidas porciones de tejido muerto ocasionados por la enfermedad.

Estaba en un gran dilema, así que no fue una decisión fácil. Pero tampoco había más salidas. Le pedí entonces que por favor procediera. El dolor era aguantable solo con unas muy altas dosis de morfina. Cualquier cosa, a estas alturas de la situación, me generaba una solución, así fuera inmediata, y no de largo plazo. Pero eso para mi era ya algo bueno.

Entré finalmente a la sala de radiología y al mando del Dr. Useche, el grupo con otros tres médicos, comenzaron a hacerme la intervención – la llaman “Embolización”-. Ellos prefirieron que fuera sólo con anestesia local para que yo colaborara, con la condición de que si era demasiado doloroso, ellos me dormirían!.

Dios no quiso que estuviera inconsciente para ese momento, porque era muy importante para mi vida que yo lo viviera muy despierto…

Debo decirles que en mi estado, después de catorce años de lucha contra el cáncer y cinco de consumir quimioterapia, mi cuerpo se ha desgastado mucho, ha perdido mucho peso. Mi estatura es de 190cm , y antes de iniciar este camino en la vida con cáncer, mi peso era de 86 kl. En el momento de la embolización, mi peso era de 58 kilos. Después de la última y reciente cirugía, había perdido otros ocho kilos, es decir casi un quince por ciento adicional de mi peso. Estoy muy delgado, he perdido mucha masa muscular, mis nalgas y mi espalda están casi forradas a los huesos, y estar acostado durante más de dos horas en una rígida camilla de radiología, sin una colchoneta ni nada parecido, se convirtió en un gran martirio para mi cuerpo adolorido.


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Los médicos entraron por la zona inguinal, que es muy cerca de nuestro aparato reproductor, y eso, por lo menos para un hombre, es muy incomodo! Tal vez por la sensación de que te estén tocando esa zona, me imagino, que más por el dolor real. Sentir cómo comienzan a introducir unos pequeños tubos por allí, realmente no es muy grato!

Pero bueno, el tema es que tocaba entrar y llegar hasta los puntos específicos del sangrado. Todo lo que iba ocurriendo esa mañana, los médicos y yo lo podíamos ver por medio de una pantalla que estaba ubicada a mi costado izquierdo. Era una tarea muy sofisticada y perseverante la que realizaban los doctores para poder llegar hasta los tres puntos dentro de mi hígado donde se presentaban los sangrados. La idea era ubicarlos o interceptarlos lo más externo o distantes que se pudiera, para así sacrificar la menor cantidad de hígado posible!

Había un punto en especial al que era muy difícil llegar y ese fue el primero que abordaron. Se tardaron más de una hora y no lograron llegar en un principio. Comencé a ver cómo las cosas se iban complicando y al mismo tiempo cómo mis esperanzas se iban desvaneciendo. Sentí mucha impotencia. Sentía el scanner y otras máquinas encima mío y las manos de los médicos en mi cuerpo, y así mismo cómo la vida se seguía agitando. No era fácil, y en el dolor de la impotencia decidí algo:

Invoqué a la Virgen María, la madre de Jesús y también la mía, y con Ella, recurrí a la escasa espiritualidad que tenía en mi alma y a todos los poderes que pudiera haber en El Cielo, los cuales yo no reconocía, para que ésta vez me ayudaran a salir adelante y me socorrieran. Le pedí desde el fondo de mi corazón que me ayudara, que hiciera algo por mi, y que les permitiera a los médicos, en esta ocasión, llegar hasta donde no habían podido hacerlo, para que así Dios me permitiera vivir más tiempo, tiempo que yo le prometí, se lo dedicaría y ofrecería para vivir una vida más sana y generosa hacia el mundo en general y hacia las personas. Prometí darme de corazón en esta vida, para amarme y amar a la vida, por medio de las personas.

Esto lo hice, no con el ánimo de condicionar a Dios, sino porque realmente sentía que ya no tenía nada más que hacer, era mi último esfuerzo, mi último lamento de vida, al reconocer por mi mismo que estaba perdido. Era la súplica en la necesidad, para que me permitiera vivir una vida en amor, y dedicada a ayudar a las personas, a vivir en paz conmigo y con todo el que se me atravesara en la vida. Incluso en ese momento pensé en ofrecerle obras de caridad, y la forma como se me ocurrió fue leer libros en un ancianato o consentir niños en un orfanato… Lo que fuera, pero algo donde yo pudiera colaborar con la obra que me imaginaba Él querría de alguien. No pude pensar en más cosas, eso fue lo único que pensé en ese momento.

Como por arte de magia, y lo digo impresionado ahora, así como lo estuve en ese momento, inmediatamente después los médicos lograron llegar al primer sitio….

Cómo yo lo veía por la pantalla, era un extenso laberinto el que hacían mis venas, unas grandes, otras más pequeñas, dentro de mi hígado. Yo veía como se comunicaban unas venas con otras, y en ese recorrido, cómo la cánula, si así la puedo llamar, que empleaban los médicos, atravesaba por estos caminos. La primera llegada fue celebrada con un júbilo incontenible.

Yo quedé conmovido al ver cómo lo celebraban los médicos. Tengo que agradecerles tanto amor, pocas veces se siente eso! A un grupo de médicos luchando de esta manera por la vida de uno!!

Después de eso el camino se hizo un poco más fácil, se fueron ganando lugares, poco a poco, hasta poder lograr el trabajo completo, que no era más que la voluntad de Dios por medio de las manos de los doctores y de sus herramientas, para que yo me comunicara con Él.

Aunque el cansancio se había apoderado de mi y mi cuerpo no resistía mucho tiempo más, la felicidad en nuestras caras todo lo podía. Eso me dio mucha resistencia para aguantar lo que faltaba, pues ver la cara de felicidad de los médicos, me transmitía mucha seguridad y tranquilidad. Estaba totalmente confiado.

No lo podía creer!!! Mi Madre del cielo me había oído! Estaba ahí conmigo, como lo había dicho el Dr. Arias cuando salí, hacia dos meses, de la cirugía del estómago. Qué más pensar, si todo lo había vivido esta vez yo consciente y de frente a los médicos?



Desde este momento en adelante es que comienza una nueva etapa en mi vida... 

Para finales de diciembre, día veintiuno exactamente, dejé la clínica por última vez y me dirigí a mi casa para mi recuperación, que, aunque siendo muy dolorosa y demorada por esta intervención, se comenzó a dar… Pero sobretodo, había mucho por entender y vivir desde mi alma y sobretodo, desde mi corazón.

Yo tomé la decisión de pedirle a Dios y a la Virgen que vinieran a mi vida, y eso lo hice conscientemente. Fue una decisión mía! Así como todo en la vida es. Nosotros decidimos.

Después de esto, pasó que la Virgen me pidió algo. Por medio de las extrañas formas como se comunica con uno, La Virgen me ha pedido que me Consagre a su Inmaculado Corazón, y es por esto que he estado en silencio por un tiempo, que no he podido decir muchas cosas. He estado disfrutando este silencio, como dijo una persona muy especial que conocí, pues es donde mejor nos podemos escuchar y entender a nosotros mismos.

Yo decidí llamarla e invitarla a mi vida, y ahora Ella se comunicaba conmigo, por qué dudarlo? Si fui yo mismo quien interpuso este diálogo? Sería como dejar de creer en mi mismo! Así que no me extrañó que me llegara esta invitación o mejor, solicitud. Ella me escuchó hace casi ocho meses, y un tiempo después Ella misma vuelve a aparecer en mi vida… Que bien!

Yo le pedí a Dios que actuara en mí. Ahora gozo increíblemente de una salud restablecida, como tanto lo pedí y lo añoré. Y ahora que me estoy consagrando a Ella, entiendo lo que hice y lo que significa. Al tiempo con esto, he vivido unos momentos increíbles!

Increíble! Ella me ha respondido, no solo con hechos, sino también con mensajes!!

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De qué se trata la consagración? Me preguntan algunas personas y después de tratar de comprenderlo bien, he llegado a entender, que es la forma de entregarle mi vida y mi alma a Ella, mis sufrimientos y mis alegrías; mis dolores y mis triunfos; mis angustias e incomprensiones; mi voluntad y mi inseguridad; todo lo que yo creía que manejaba, y lo que no, también; mi cuerpo, mi salud, mi vida y mi muerte; mis anhelos y deseos; mis miserias y mis pecados y Ella, los llevará a Jesús, los pondrá a Sus pies en la cruz, y los ofrecerá por mi, para que sea ésta, una forma de compartir todo con Dios. Obviamente intentaré que le lleve lo mejor de mi. Será la forma de no volver a preocuparme por nada en la vida, preocupación que no sirve para nada.Esta consagración se hace mediante una preparación durante treinta y tres días, pero una vez se logra, es para toda la vida!

Le entrego todo a Ellos, y así me quito el problema de mis preocupaciones, por tratar de buscar una respuesta para no volver a atormentarme con el “Qué será”?. Dejo de luchar contra lo que no puedo manejar, y simplemente comienzo a confiar y a vivir.

Al entregarle mis sufrimientos y mis alegrías, todo lo que he vivido y lo que estoy viviendo, y confiar en todo lo que me falta por vivir, Ellos harán de mi vida Su plan. Ellos me permitirán adquirir mucha paciencia en mi vida, tolerancia y humildad, y harán que crezca con fuerza la Fe en mi corazón, y muchas otras cosas que estoy seguro se irán dando, según promesas que encontré en dicha consagración.

Y la verdad es que desde ese momento, ya le veo sentido a muchas cosas que me pasan, a todos mis dolores y a todas mis vivencias. Ya tengo fe en un futuro, cualquiera que éste sea. Ya no tengo que planear más, si muero o vivo, porque he permitido que mis pasos sean guiados. Así se me quitará el afán de Vida que traía. Entre otras cosas, esta consagración es la forma de poder prepararme, para pedir mucha tranquilidad y alegría; es la forma de estar en paz en mi corazón.

No deja de causarme curiosidad que lo que le pedí en ese momento a la Virgen, fue que me diera otra oportunidad para vivir con más amor. Después de eso, desde que llegué a mi casa a iniciar mi recuperación, lo único que pedí inconscientemente en cada uno de los Rosarios que a diario rezaba durante los últimos ocho meses, fue pedirle a Dios que sanara mi Corazón y que me permitiera vivir desde allí, pues de esta manera, yo sabía que podía sanar todo el resto de mi cuerpo. Todas mis oraciones las he hecho inspirado frente a un Sagrado Corazón que tengo en mi habitación. Por medio de trabajar con el corazón, yo tendría alegría y paz en mi vida y todo comenzaría a funcionar de una manera diferente. Finalmente lo que La Virgen me hace llegar es una invitación para que me consagre a Su Inmaculado Corazón.

Hoy vengo a entender la casualidad de los tres eventos relacionados con el corazón! Veo la relación con pedir vivir la vida desde el corazón. Siempre todo desde la inspiración del Corazón. No es casualidad que todo se deba vivir desde este “sagrado espacio” y que éste ultimo pedido me llegara, después de lo que yo había pedido en esa camilla de radiología de la Fundación Santa Fe. Nuevamente estaba allí el Corazón!

Increíble, pero ahora Ella me lo pedía a mi, que le entregara mi corazón a Su Corazón, a sus intenciones.

Todo concuerda hoy en día…

Que sucederá ahora que todo apunta hacia el corazón, y que además se inició con un pedido inconsciente pero verdadero?

Estoy seguro que muchas cosas nuevas vendrán y no serán pequeñas cosas. Estoy seguro que vengo tomando las decisiones correctas.

Veremos hacia donde conduce este flujo cristalino; este torrente de vida en el que me he metido. Porque a veces es mejor alojarse en el silencio armonioso de la vida para esperar y entender, cual será el camino que la vida nos va a dar!

Entregarle mi corazón es simplemente tratar de volverlo más puro!

Estoy feliz porque he puesto mi confianza donde debía ponerla! Estoy feliz por estos silencios elocuentes que nos da la vida!



Nota: Estoy nuevamente sorprendido al ver el anuncio que hizo el Papa Francisco hace unos días, al ofrecer próximamente la Consagración del Mundo al Inmaculado Corazón de María ante la Virgen de Fátima. Que coincidencias!


21 comentarios:

  1. Hermoso Mario, que testimonio más hermoso!!!!!

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  2. Que Dios y la virgen te sigan guiando :) y bendiciendo :)

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  3. Mario he venido siguiendo su experiencia y mensajes, pero la verdad no tenía idea de todas las difíciles situaciones por las que paso. Hace algunos meses nos vimos en un restaurante y a pesar de que se veía un poco demacrado no pensé que hubiera estado tan mal. Todo esto es un mensaje claro de Dios para todos los que hemos tenido la maravillosa oportunidad de leer esta experiencia y nos debe servir para nuestra vidas llenas de afán, de ilusiones materiales, del querer tener mas cada dia, de envidias, egoísmos, y de alejarnos de Dios del amor de nuestros seres queridos y de las verdaderas cosas bellas de la vida.
    Le pido a Dios por su total recuperación y le comparto este mensaje es un extracto de la pagina Trabajadores de la luz, se llama: "El jardin de mi corazón"

    Link: www.trabajadoresdelaluz.com/nota_seleccionada.php?ndx=3068

    Saludos! Gustavo Higuera Arturo

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    1. Gracias Gustavo, la verdad es que yo era parte de esa vida con afanes por poseer lo innecesario, y a la fuerza, Dios me ha demostrado que hay otras que valen muchísimo, lo que pasa es que como las tenemos a diario, de pronto no las valoramos.
      Me acuerdo perfecto cuando nos encontramos, estaba yo en pleno proceso de lo que estoy contando en este post. Dios sabe como hace sus cosas. Para mi es una bendición poder estar contando este cuento en este momento!
      Gracias por compartirme esa página!!
      Un gran abrazo!!

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  4. Que Inspirador y Maravilloso, Gracias por compartir esta experiencia de vida, Ojala que no tuvieramos que pasar por expériencias tan dolorosas en la vida para entregar nuestro Corazón a Dios y a la Virgen María. Me alegro que hoy puedas ver la vida desde otra perspectiva, que te encuentres lleno de Luz y sobre todo en el camino de Dios. Ojala algún día logre llegar a tener la FE y la Confianza que tienes hoy.

    Un abrazo

    Vivian

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    1. Gracias Vivian, y tienes toda la razón, ojalá entregáramos nuestro corazón a donde vale la pena, sin necesidad de tanto sufrimiento.
      Te mando un abrazo muy grande y lleno de mucho cariño!!

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  5. Hola Mario, admiro su amor por la vida, su mensaje me obliga a reflexionar sobre la falta de fe en nuestro mundo contemporáneo; la vida es un conjunto de instantes, y en este momento usted me ha motivado a vivir con intensidad, a cumplir mis metas. ¡¡Ayudar a los demás!!
    Un abrazo hermano, quiero verlo sano.

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    1. Alvarito que alegría verlo por acá, no lo puedo creer! Gracias por sus palabras y por sus deseos!
      Un abrazo gigante!!!
      Me trae muchos recuerdos del colegio! Que alegría!

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    2. Alvarito que alegría verlo por acá! Gracias por sus palabras y sus deseos!
      Un abrazo gigante!
      Me trae muchos recuerdos del colegio! Que alegría!!

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  6. Lamento sinceramente que hayas tenido que pasar por ese proceso de vida tan doloroso, pero a la vez como tu dices una manera de comunicacion que tuviste con Dios y La Santicima Virgen tan directa. Estas muy bendecido por tener ese contacto tan especial con los seres de luz.

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  7. Hola Mario no me canso de decirte lo valiente y admirable que eres. Eres un gran testimonio. Un abrazo

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  8. Mario no se como expresarle lo orgullosa que estoy por su fortaleza , su entrega y Amor ...!! mi familia lo tiene siempre cerquita ... cerca de nuestros corazónes ...ud se gano ese sitio !! nuestro ángel bogotano,.. Le doy gracias al Senor y a la Virgen , nuestra Madre , porque lo ha cubierto con su manto ...tan acurrucado lo tiene que lo llevó a Su corazón ,a Ud que supo darle su vida... difícil y dura para transformarla en vida de Amor !! gracias por permitirnos saber sus logros y avances para alegrarnos junto a ud y los suyos , lo queremos mucho ! Adriana , Andres , Andres Eduardo y Alejandra

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  9. Adriana que palabras tan bonitas! Siento mucho cariño de ustedes, y hacia ustedes también. Cada mensaje de Andrés y tuyo me llenan de felicidad! La vida nos unió por alguna razón y yo me siento muy afortunado por eso! Los quiero mucho y que Dios los siga bendiciendo!

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