Muchas veces tenemos que esperar que se presenten problemas en la vida y que se torne oscuro el panorama, para poder disfrutar de las cosas sencillas y simples, las que nos llenan totalmente el corazón.
He
estado esperando con angustia y tristeza unos resultados médicos, los cuales me
salieron mal. Mi alma se llenó de dolor e incertidumbre.
Cuando
pasan estas cosas, mi cuerpo o mi alma, todavía no lo sé, se sumergen en una
nostalgia, como añorando volver a ser un niño, cuando no existían problemas ni
dolores, cuando todo evolucionaba con total naturalidad y crecer no dolía; cuando
todo fluía normalmente. Volver a ser un niño como cuando me sentía estar cerca
de mi padre y de mi madre, sabiendo que me apoyaban en cada instante y que sus
manos protectoras estaban a mi lado para no dejarme caer.